viernes, junio 30, 2006

Tiempos pasados fueron mejores?

Leyendo el blog de Naky me transporté unos cuantos años atrás cuando era un adolescente en pleno fervor de los sesenta y comienzos de los setenta.

No había Nintendo ni Play Station o Atari.

No Existían las computadoras o Internet.

Escudábamos la música en uno radiecitos pequeños de tres transistores.

Estaban los “singles” de 45 RPM con el hueco grande y los LPs con. Tenía un tocadiscos portátil que parecía una maleta.

En las fiestas se juntaba el merengue (piano merengue), el paso doble (Ni se compra ni se vende…), con la bamba, los Beatles, Engelber Humprding (creo que se escribe así) Los Darts, Limón Limonero, el Twist….y para bailar, roseábamos el piso con polvo de ácido bórico para que resbalara bien… También jugábamos a la botella, el fósforo o el secreto para sacarle un beso a una chica o poner en ridículo a alguien. Se esperaba la música lenta para bailar con la chica que a uno le gustara y tal vez comenzar un romance, ¿Cuántos besos me habré robado así?

¿Quien de nuestra edad no tuvo un romance telefónico?

No había Internet pero en mi casa teníamos un pasatiempo increíble, éramos todos radioaficionadas, teníamos una enorme antena en el techo que la movíamos con un motor para hablar con personas de todo el mundo. Un cajón enorme lleno de postales enviadas para confirmar los “DX”. Teníamos amigos en todo el mundo,

Después nació la “Banda Ciudadana de 11 metros” teníamos un fabuloso Rengency de 11 canales en la casa y otro en la camioneta de papá. La camioneta tenía una entena enorme (un látigo le llamábamos). Conocí a una chica por el 5YX1132, hablábamos mucho y nos veíamos de vez en cuando en las reuniones de la “Asociación de Banda Ciudadana de Caracas” en la Cota Mil. Que susto cuando descubrí que la chica era hija de una familia que tenía una funeraria y una flota de ambulancias. Recuerdo haberla visitado y la sala de su casa era la exhibición de la urnas… ¿Qué será de la vida de ella? Nunca más supe de esa familia.

Vivíamos en una calle ciega en la parte mas alta de San Bernardino aquí en Caracas, justo antes de la bajada a Cotiza o la subida de Galipán, Parte de la diversión de fin de semana era subir por ese sendero y agarrar la “picas” a pié hasta llegar a los Venados para hacer una parrilla y jugar en la grama, el sendero era de tierra y muy difícil de transitar. En esa misma calle se armaban las grandes patinatas de diciembre. Todos con sus patines Winchester y la pregunta mas común era: ¿Me presas la llave? Se me aflojaron los patines.

Detrás de la casa había un terreno donde el viento soplaba en mayo de una forma tal que los papagayos llegaban a las estrellas. Del mismo terreno sacábamos los tallos (yescas) para hacer el armazón de esos cometas. En las colas, colocábamos hojillas para hacer guerra de papagayos.

En esa época también pasaban las fiebres de los juegos, la perinola, los yoyos, los trompos. ¿Alguien se recuerda de las competencias de yoyo en la fábrica de Coca Cola en San Bernardino?

También hubo su momento oscuro, en plena celebración del cuatricentenario de Caracas, y recién comenzando las vacaciones, la ciudad se estremeció con un terrible terremoto… pero lo vivido en esos días es motivo de otra historia.

¡Que juventud tan sana y sin prejuicios! No siempre es bueno decir que tiempos pasados fueron mejores, pero de verdad que los prefiero a muchas de las cosas de las que tengo que proteger a mis hijos hoy.

Podría escribir páginas y paginas con esos recuerdos, pero creo que ya es suficiente para no aburrirlos.

Gracias Naky por revolverme los recuerdos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

...el terremoto fue en el año 1967, lo se porque mi hermana mayor fue bautizada ese año (mi mamá "eha" el cuento todo el tiempo..) que si la gente salió corriendo a la calle, que todos durmieron afuera de las casas y/o edificios -por temor a los derrumbes- en fin..yo aún no nacía.
De mis tiempos pasados recuerdo que casi no nos dejaban salir -a cuenta de que no había un hermano varón que nos representara-..pero Tina (la del bautizo) como era antiparabólica se escapaba y tenía una patota de "amigotes" con los que salía..las pocas veces que me llevaba -aunque la diferencia de edades no llegaba a dos años- era un fastidio cargar "conmigo", porque no fumaba, me peinaba con 2 colitas, no tomaba sinó refrescos, me ponía colorada si me sacaban a bailar...era la época en dónde las minitecas hacían furor y recuerdo -muerta de risa- que inventaba cualquier excusa, cuando me invitaban a salir, para quedarme en casa leyendo, viendo comiquitas y comiendo patilla..que pena..je,je,je...( bueno, también mi papá nos llevaba a las 7pm y nos recogía a las 11 -a más tardar- cuando la gente comenzaba a llegar y no había padrino que lograra que el horario fuese menos draconeano) y ni hablar de mi primer beso (ese cuento es digno de un post)....
En mi caso, a pesar de la palamentazón recibida, prefiero el ahora al ayer...un beso niño chef
PD: Voy a buscar esa melodía para cargar el CD porsia...je,je,je

Carlos dijo...

Tengo que hacer correcciones: Los radios afcicionados eran unos vecinos y unos amigos de papá quenos prestaban la radio, luego llegaron los Rengency.

Debo tambien agregar que en casa como en casi todas, había una solo TV, eraun mueble, gtande y estaba en un salón que estaba cerca de los cuartos y la cocina...

Gavilan dijo...

Hola Carlos, somos contemporaneos y "casi" geograficamente afines, yo vivía en Lídice y tuve casi todas las mismas aficiones y pasatiempos, las hojillas que mencionas en los papagayos se llamaban "cruceros" y si no era con otros papagayos, se construian "atarrayas": funestos artilugios de un güaral y 2 piedras para atraerlos lanzandolas al hilo donde estaban sujetos. Los paseos eran largas expediciones al parque del este y la tierra ignota de Los Chorros. Fijate como son las cosas, yo creo haber estado por esa calle que nombras una vez que fui a hacer una prueba como baterista para un grupo de esa zona llamado algo asi como la banda del chocolate caliente. todos andabamos en lo mismo. Si bien creo que con sus detalles, yo prefiero mi tiempo a este, dudo que mis miedos con mis hijos contribuyan a que ellos prefieran otro tiempo. De hecho, son rockeros y tienen su vida organizada, tal como la tuvimos nosotros y nuestros padres tuvieron los mismos miedos que nosostros tenemos por ellos

Anónimo dijo...

5yx 1136 no 1132

Nosotros no tendriamos internet, pero en casa "chiches" no faltaban;
el equipo de sonido, con los inmensos parlantes, la televisiocita mitzubishi(en el carro) grabadores de cinta y la ultima novedad, grabadores de cassete (sony tc100) el famoso phonepach (que tambien servia para tumbar aviocitos a control remoto en EL Cafetal) etc.etc...

Que patines ni patines, el carrito hecho con estanterias "Zaid" y carruchas para la bajada de la Peñalver

Your Brother

Protheus dijo...

Saludos, carlos.
Nostálgico post, donde no sé por qué vienen a mi memoria los patines Winchester de hierro cromado con correas de cuero y las ruedas hechas con rodamientos (rolineras) y pareadas, no en línea... ¿Los usaste?

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Los Winchester son inolvidables como el ir a estudiar a Los Caobos los fines de semana y luego a Yaguara en busca del mueble perdido, en la fabrica Mary. Caminar por el Centro, de la mano de mi tía, volverme un 8 con los yoyos, los gurrufíos o con las "ruedas calientes" que valían Bs. 3,50, toda una fortuna. Atiborrarse de "Boleros", dos por medio, los chicles kilométricos “fiesta” o las OREOS de aquella época.
Escuchar a Trino Mora haciendo dúo con Nancy Ramos o ver a Ivo y sus indescifrables solapas. Y las "4 Monedas", te acuerdas?

De los artefactos eléctricos y/o electrónicos…, paso de largo. Yo era un niño en aquella época. Lo mío eran los paseos y los libros. Y la música. Emilita Dago, Blanca Rosa Gil, La Lupe y aquellos discos, todas aquellas las tardes, con el primo de mi abuelo, un locutor de radio de aquel entonces, y mi abuelo materno.

Casi parecemos una Asociación, casi una ONG, de recuerdos, y luego me dicen que el nostálgico soy yo.

Todo lo mejor para ti, siempre.

PS: Amigo Carlos, evite ir al blog de la “Ñita de las palabras”, el de la Srta. Naky. Es terriblemente perjudicial para la salud y para el bolsillo –en mi caso-. No la lea, salga del influjo de esa dama. Mire lo que ha logrado sacar, con su carita de “yo no fui”, a un par de viejos como nosotros. Me la imagino riéndose, mofándose a costillas nuestras. Le juro por las pecas pintadas de su nariz –las de ella- que no es nada personal. Tan sólo que me revienta ver que alguien escribe mejor que yo. Espero que ella no lea este sincericidio de mi parte, es un error terrible darle armas al enemigo. Usted juega, sabe a lo que me refiero.
En cualquier caso, evítela. Como musa es mortal, nos hace sacar lo mejor de nosotros.

Naky Soto Parra dijo...

Carlos querido:

Una vez más das muestra de una facultad que advertí en el primer post que leí en tu blog: tu sensibilidad me sacude.

Y me conmueve profundamente, que mis líneas te hayan invitado a redactar esta bonita bitácora de recuerdos. Creo haberlo mencionado en algún post, más te lo ratifico, yo soy la más pequeña de la camada de primos (36 en total), así que heredé sopotocientas historias que arrancan en los tempranos sesentas y concluyen en los setentas. Este dato para decirte, que hay varias de las cosas que mencionas que no me son ajenas, si no que me permiten remitir a mis primos mayores hasta aquí a que se den un banquete de memoria.

Honrada por tu referencia, te envío un abrazo enorme.

Naky Soto Parra dijo...

Sobre mi hechicero favorito:

En días pasados uno de mis mejores amigos, me hablaba de los extraordinarios efectos que tuvo para Fernando Pessoa, inventarse un alterego con el cual disertar sobre sus propias creaciones. Eso le proyectó a niveles inesperados, pues a fuerza de tanta y tan obstinada reyerta, terminó consolidando a tan noble poeta.

Para Silmariat no tengo más que agradecimiento, por su talante, su impostura, y esa cadencia agridulce que ya quisieran muchos cultivar.

Por la consecuencia pues ¡gracias!

Alvaro RIvas Rodriguez dijo...

Ciertamente era mas tranquilos. Sin embargo recuerda Carlos que nuestros padres vivian sus angustias mas o menos como las nuestras. Yo no pude ir a estudiar en MIT por la guerra de Vietnam. Salir a una fiesta de noche era un peligro. En fin otros problemas mismas preocupaciones. Lo que si estoy de acuerdo en que estos chamos se perdieron el disfrutar de ver un grabador "sony" girar y girar y dar un esplendido espectaculo de audio y video. Ahora cargan un perol que solo tocan el tactil y creen que la vida es asi de facil "touch" y ya. Saludos